domingo, 20 de diciembre de 2009

Acto I, primera escena: "La ilusión del nuevo amor".

Porque te vi y te tuve miedo.
Porque aparté el miedo y te conocí.
Porque te conocí y te admiré.
Porque te admiré y te amé.

Pero la historia...
¿Acaso está condenada a repetirse?

¿Vale más una amistad que un amor?
¿Vale más arriesgar personas a las que les tienes tanto cariño por personas a las que no sabes si les corresponderás?
¿En verdad amores habrán miles, pero verdaderas amistades, pocas...?

¿Y qué es una verdadera amistad, a todo esto?

Las respuestas se fueron de mí, así sin más.
Se alejaron volando a lugares desconocidos, fuera ya de mi alcance.
Y me dejaron en medio de una horrible incertidumbre.

Y lo peor de todo no es que se repita la historia.
Lo peor de todo es que yo no me decido a interrumpirla.


Y es tan divertido ver...
Como las personas vuelven a caer...
En creer en aquella máscara delante de mi rostro...
Que cubre mis lágrimas con sonrisas bellas de amor...
Cuando detrás solo hay desesperación.



¿Dónde están esas verdaderas amistades, ahora que las necesito?
¿Por qué no se dan cuenta de la máscara delante mío?
¿En verdad son amigos, en verdad?



¿Acaso...
...Fue una ilusión su entrada a mi jardín?



Ya no lo sé.
Porque las respuestas se alejaron de mí, así sin más.
Y me dejaron un dolor físico que no puedo explicar...
...Y que nunca antes había sentido.

Las lágrimas no caen, es verdad.
Pero eso es porque mi máscara es muy buena.
Jamás aprecié tanto haber nacido como la actriz que soy ¡Y que me llamen hipócrita, si quieren! Porque al menos yo admito el defecto y no lo cubro y cubro con miles de mantos de colores para suavizarlo.

Dios siempre hace las cosas por algo, digo.
Lo siento Dios, pero ya perdí la fe.

Y por eso mismo, volveré a cerrar las puertas de mi jardín, no gano nada abriéndolas a los demás, al parecer. En estos últimos años las he abierto, pero resulta que mientras más personas entran y juegan conmigo, más veneno me dejan por dentro y me quema lenta y dolorosamente.

Porque no hay nada peor que morir por dentro, en el alma.






Sí, estoy enamorada de un cuento de hadas.
Aunque me duela.

Porque entre los dos, ambos sabemos a quién él elegirá.
Y ese no soy yo.



Con su permiso, me retiro.
El receso terminó y el espectáculo...

...Debe continuar.












Acto II, primera escena:

"Cómo Julia se bebió la copa de veneno, sabiendo de su contenido, y vive para contarlo después de haber escupido las cenizas que quedaron de su corazón".